La palabra cáncer es algo que nadie está preparado para escuchar, y es aún más difícil de asimilar cuando es alguien pequeño quien es diagnosticado. Y aunque sea complejo es algo con lo que nos hemos acostumbrado a vivir, pero…
¿Sabemos qué es el cáncer?
No es una enfermedad, sino un conjunto de enfermedades relacionadas.
Es por esto por lo que es improbable que exista una “cura para el cáncer”, puesto que son diferentes entre sí. A pesar de ello, los cánceres comparten una característica: algunas de las células comienzan a dividirse sin freno, e incluso son capaces de llegar a otras partes del cuerpo. El cáncer puede comenzar prácticamente en cualquier parte. ⠀
Normalmente, las células de nuestro cuerpo crecen y se dividen de manera natural a medida que las vamos necesitando, y no se dividen por igual, por ejemplo, las células de nuestra piel se dividen mucho más rápido que otras, pero cada célula tiene un número limitado de divisiones, y tras ese número es eliminada.
Este mecanismo está muy controlado, y aunque a veces ocurren errores (por la propia maquinaria del organismo, o por exposiciones ambientales como quemaduras solares o tabaco), nuestro organismo es capaz de detectarlos y eliminar estas células que han salido mal.
Sin embargo, hay veces que algunas de estas células “defectuosas” escapan a estos controles de seguridad. Y son capaces de dividirse sin control alguno, pudiendo generar crecimientos llamados tumores.
¿Qué pasa con los tumores?
Muchos cánceres forman tumores sólidos, pero hay otros que no, como las leucemias.
Pero ojo, no todos los tumores son malignos, también los hay benignos, que, aunque no son potencialmente graves, también pueden ser extirpados para una mayor seguridad y tranquilidad del paciente. ⠀
Las células cancerosas no solo son células que se dividen sin control.
Son células que se dividen más de lo normal. Y esto se debe en parte a que son células muy poco especializadas, es decir, no tienen una función específica. Además, son células capaces de ignorar las señales que normalmente indican a las células que deben dejar de dividirse o que deben morir.
Por si fuera poco, son capaces de engañar a las células normales cercanas para que formen un microambiente que les beneficie, formando vasos sanguíneos que suministran el oxígeno y los nutrientes que estas células necesitan. También son capaces de engañar muchas veces al sistema inmune, escondiéndose de este, o incluso beneficiándose de él.
Tipos de cáncer y tratamiento
Hay más de 100 tipos de cánceres y difieren principalmente en el tipo de células específicas en las que comienzan, desde melanomas, carcinomas y sarcomas, hasta linfomas y leucemias.
Actualmente existen varias terapias disponibles para el tratamiento del cáncer y la esperanza de superarlo ha aumentado con las técnicas de diagnóstico precoz. Por todo ello es importantísimo que, aunque ahora mismo solo se hable prácticamente de una enfermedad, no olvidemos otras enfermedades cuyo diagnóstico y tratamiento no puede ni debe retrasarse.
El cáncer no es una lucha, nadie elige tener cáncer, y aunque en ocasiones se nos venda como historias de superación, no es así. El cáncer no se vence, no depende de ti, si los tratamientos no funcionan no es por culpa del paciente o porque no le esté poniendo ganas, dejemos de vender el cáncer como eso.
Dejemos a los oncólogos pediátricos en paro
Bueno, en realidad a todos.
Pero es que, además del cáncer en adultos, también encontramos cánceres pediátricos, de los que no se habla tanto debido a su baja incidencia (en torno a un 3% en España).
En niños los cánceres más comunes son las leucemias, el cáncer de encéfalo y otros del sistema nervioso central y los linfomas, y la supervivencia debido a los avances citados en el post anterior ha aumentado de un 15-20% hasta un 70-80%.
Si algo ha puesto de manifiesto la pandemia es que cuando se invierten recursos, tiempo y dinero en investigación, se pueden conseguir cosas increíbles en poco tiempo. Sin duda…
La falta de financiación es uno de los grandes obstáculos de la ciencia para avanzar