¿Cómo recuperar la regeneración muscular durante la sarcopenia? Deporte en la cuarentena.

Las células madre del músculo esquelético permanecen en un estado de reposo (quiescencia) hasta que, en respuesta al daño muscular, se activan y empiezan a proliferar y a diferenciarse en nuevas células musculares que reemplazan el tejido dañado.

Las células madre degradan estructuras internas dañadas a través de un proceso llamado autofagia. Con la edad, la actividad autofágica disminuye, resultando en una acumulación de proteínas y orgánulos dañados que resultan tóxicos para las células. En este momento, las células madre entran en un estado de senescencia y pierden su capacidad de dividirse. Además, las células dañadas se terminan eliminando, por lo que queda una menor cantidad de células disponibles para regenerar el músculo esquelético.

La autofagia disminuye con la edad y por lo tanto la capacidad de las células madre para dividirse.

El resultado es una pérdida progresiva de fuerza y masa muscular que conduce a sarcopenia, una enfermedad relacionada con el envejecimiento y con el sedentarismo y que puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas de avanzada edad. Esto se debe a que la debilidad muscular resulta en una mayor discapacidad y dependencia. Asimismo, la sarcopenia se relaciona con mayor riesgo de desarrollar osteoporosis o diabetes.

Estudios recientes han demostrado el restablecimiento de la autofagia permite recuperar la regeneración muscular al mantener las células madre en el estado de reposo y evitar la senescencia prematura. Esto ha abierto las puertas a nuevas líneas de investigación dirigidas a combatir la pérdida de capacidad regenerativa del músculo esquelético observada en las personas ancianas, lo que podría conferirles una mayor independencia y mejor calidad de vida.

El ejercicio puede ayudar a aumentar la autofagia.

Vias para recuperar la autofagia:

  • Antioxidantes: reducen la cantidad de elementos intracelulares dañados por el estrés oxidativo. Vitamina E.
  • Ejercicio: activa la autofagia, revierte las pérdidas de función de algunas proteínas reguladoras de la autofagia.
  • Vía farmacológica: reestablece los mecanismos moleculares alterados en la autofagía. Aunque todavía se encuentra en desarrollo.

Aunque se está tratando de averiguar cuáles son los mecanismos moleculares desregulados en la autofagia para encontrar una diana farmacológica, se sabe que el ejercicio es otra estrategia capaz de frenar la sarcopenia.

El ejercicio moderado mejora el nivel de autofagia, promoviendo el recambio de orgánulos y revirtiendo la pérdida de función de algunas de las proteínas reguladoras de la autofagia alteradas. Además, el ejercicio aumenta la masa y la fuerza del músculo esquelético, siendo la herramienta más eficaz para combatir la sarcopenia.

Entre los beneficios del ejercicio encontramos el aumento de la masa muscular y de la fuerza muscular, y un considerable aumento de la autofagia. Siendo el ejercicio la estrategia más eficaz para combatir la sarcopenia y mejorar la calidad de vida de las personas ancianas.

Bibliografía
Liang, J., Zeng, Z., Zhang, Y., & Chen, N. (2020). Regulatory role of exercise-induced autophagy for sarcopenia. Experimental Gerontology, 130, 110789. doi: 10.1016/j.exger.2019.110789
Wen, X., & Klionsky, D. (2016). Autophagy is a key factor in maintaining the regenerative capacity of muscle stem cells by promoting quiescence and preventing senescence. Autophagy, 12(4), 617-618. doi: 10.1080/15548627.2016.1158373

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