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La gripe española, una de las pandemias más devastadoras de la historia. ¿Tiene relación con el coronavirus?

La gripe española acabó con más de 50 millones de personas, fue una de las pandemias más devastadoras de la historia. De 1918-1919 infectó a un tercio de la población mundial. El virus de la influenza A H1N1 (IAV) se originó en tropas de EEUU, no de España. Pero se llama así, porque España fue neutral durante la guerra y pudo aportar datos sobre la epidemia sin ningún tipo de restricción, ya que los demás países ocultaron sus datos. Esto era debido a que el mundo estaba involucrado en la guerra, los contendientes no informaron sobre la enfermedad a sus soldados para no generar una ventaja frente a los contrincantes. Esto parece también tener su analogía cuando se evitó tomar medidas de prevención con urgencia y se intentaba quitar “hierro al asunto”. Posteriormente, tropas EEUU portaron el virus a Europa cuando se vieron involucrados en la batalla.

Se impuso el uso de medidas preventivas, como el uso de mascarillas entre los cuerpos del estado.

El 22 de mayo de 1918, la prensa publicó la aparición de una enfermedad parecida a la gripe, pero con efectos leves. En el mes de mayo se celebraban las fiestas de San Isidro y las verbenas populares se convirtieron en espacios ideales para el contagio, con similitud en la actualidad durante mítines políticos, manifestaciones, aglomeraciones en espacios cerrados, congresos, fiestas etc.

La situación empeoró después de tomarse a la ligera y los errores cometidos por las autoridades sanitarias provocaron su descrédito frente a la población y la prensa, que cuestiono a diario sus actuaciones. Las medidas que se tomaron eran similares a las de ahora:

-Se cerraron universidades y escuelas.

-Se controló el transporte ferroviario y se desinfectaban los trenes.

-Mascarillas, aislamiento, evitar aglomeraciones y otras medidas preventivas.

Pero como también ha ocurrido ahora, hubo gente que se negaron a cumplir las medidas, como el alcalde de Valladolid que se resistió a cancelar las fiestas en septiembre temiendo las pérdidas para los negocios de la ciudad. También, las misas en Zamora para “evitar la ira divina”, que se convirtieron en fuente de contagios desorbitados. Los españoles comenzaron a preguntarse si los médicos y científicos tenían alguna idea sobre lo que estaba pasando y con la falta de confianza en la ciencia, muchos se abrazaron a la fe. Pero hasta 1940 no llegó la primera vacuna, por lo que esta pandemia se tuvo que superar sin ellas. 

Fotografías de la gripe española, que muestran hospitales, enfermeras y niños de la época.

La primera oleada fue fuerte, durante el verano disminuyó, pero la segunda oleada fue más fuerte que la primera tras unas mutaciones que lo hicieron más agresivo. Este virus más virulento apareció en Boston y enseguida llegó a Sierra Leona y Francia mediante los soldados en los barcos y tardó solo unas semanas para que el virus llegara a toda Europa. Tenía una tasa de mortalidad de entre el 10-20%. En octubre de 1918 la epidemia llegó a un punto crítico, el sistema sanitario quedó colapsado y los cuerpos acababan en fosas comunes.  Como ha pasado en esta crisis, también entonces se reclutó a voluntarios entre los estudiantes de medicina.

En enero de 1919 llegó la tercera y última oleada, la pandemia ya había perdido bastante fuerza, entre otras cosas también por la inmunidad de grupo,  pero afectó gravemente a países donde no habían sufrido las primeras oleadas, como  Australia. La gripe española no dejó intacta ninguna región del planeta.

 “Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”.

Es escalofriante, ver tantas similitudes. Aunque también, muchas diferencias ¿Las comentamos?

Vamos a ello…

Ya se predijo que, en nuestro siglo si se produjera una pandemia de un virus agresivo y del que la población no haya tenido contacto, no sería posible detenerlo con los medios actuales en la primera oleada. Esto es debido, a que necesitamos un tiempo de reacción frente a un virus y bien, este tiempo se ha acortado pero no lo suficiente. Actualmente contamos con varias ventajas respecto a la situación científico-técnica de 1918. Las diferencias más importantes son:

  • Actualmente, disponemos de una industria farmacéutica capaz de producir ingentes cantidades productos farmacéuticos necesarios para combatir la pandemia.
  • Contar con una capacidad productiva mucho mayor para producir vacunas, tratamientos, test de diagnóstico e infraestructuras para ello.
  • La logística, actualmente podemos enviar y recibir productos con mucha mayor rapidez, seguridad y eficacia.
  • Tener laboratorios más avanzados de contención biológica nivel 3 y 4.
  • Los hospitales están mucho mejor equipados que en 1918, con más conocimiento, mejores profesionales y con unidades como la UCIs, carentes en esa época.
  • Disponemos de más información y experiencia, tanto en epidemiología, en aislamiento, virología. Ya que, en 1918 no se sabía claro si era un virus, una bacteria o algún otro causante.

Claramente, esto supone unas grandes diferencias frente a pandemias anteriores, pero aún queda mucho por mejorar y mucho por hacer. Sobre todo, a la hora de tomar medidas y protocolos de actuación frente a futuras pandemias.

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