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Qué son los antibióticos y para qué sirven

Una casualidad y un científico muy curioso

Esta semana oiréis hablar mucho acerca de los antibióticos y diréis: “sí, ya… Un medicamento… Algo he oído de resistencias…”. Pero ¿qué es un antibiótico en realidad?

Un antibiótico es un medicamento (pero no uno cualquiera, es uno de los que cura). Es como un pequeño tesoro del campo de la medicina y de la farmacología. ¿Por qué? Porque no todos los medicamentos curan: sirven para diagnosticar enfermedades, para modificar funciones fisiológicas, para corregir patologías…

Pero para tratar las infecciones bacterianas ¡solamente tenemos a los antibióticos!

La historia del descubrimiento de la penicilina es el típico ejemplo de “serendipia”, aunque sólo Alexander Fleming tuvo la capacidad de observar qué era lo que había sucedido con su placa. 

Se encontraba investigando en placas de Petri Staphylococcus (un género de bacterias). Dejó una placa cerca de la ventana y al regresar se dio cuenta que esa placa ya no cumplía con las características para su experimento. Fue entonces cuando observó que, justamente donde había moho (hongo Penicillium), no había crecimiento de bacterias.

Es cierto que el descubrimiento fue casual, aunque también es cierto que su incansable curiosidad como buen científico fue lo que le llevó a observar en el microscopio el porqué de esta situación, en lugar de tirar a la basura la placa que había dejado en el lugar incorrecto.

Por qué tomar un antibiótico y cuándo hacerlo

Al ver que el género Penicillium (por cierto, de aquí viene el nombre de penicilina para este grupo de antibióticos) evitaba el crecimiento de sus bacterias, se dedicó a estudiar la seguridad de este “moho” en las personas y sus aplicaciones (¡ahí radica su verdadero trabajo!). 

Este gran descubrimiento ha salvado muchas vidas y ha supuesto un cambio en la medicina.  Fleming obtuvo el Nobel de la Medicina y la Fisiología en 1945 junto a Howard Florey y Ernest Chain (encargados de comprobar la eficacia de la penicilina en ensayos clínicos).

Sin embargo, hoy en día no sólo disponemos de penicilinas como antimicrobianos. Existen más de 10 grupos de antimicrobianos con indicaciones diferentes según su mecanismo de acción y por eso están indicados para bacterias diferentes: algunos actúan rompiendo la pared celular, otros inhibiendo la síntesis de alguna parte de sus subunidades, inhibiendo alguna enzima necesaria para su replicación… 

¿Puede utilizarse un antibiótico para tratar enfermedades como la gripe?

Los antibióticos únicamente sirven para tratar las infecciones bacterianas y la gripe es una enfermedad vírica. Se trata de microorganismos diferentes, bacterias y virus, y por tanto los antibióticos no funcionan con los segundos.

Por poner otro ejemplo menos, existen anginas bacterianas y víricas. Mientras que las primeras sí pueden tratarse con antibióticos, las segundas no. Únicamente podríamos utilizar otros medicamentos para aliviar el malestar general que producen, pero en ningún caso antibióticos. Por esta razón, debe haber un médico que diagnostique la infección, para prescribir el tratamiento adecuado.

Cómo saber si un antibiótico es eficaz

Un médico puede certificar que la infección es bacteriana mediante pruebas de sensibilidad, cultivos, frotis… Estos son analizados por el personal de laboratorio (el trabajo multidisciplinar es muy importante), quien elabora un listado con los resultados de un antibiograma para poder saber si la bacteria es sensible al antibiótico (el antibiótico es eficaz) o si es resistente (el antibiótico no es eficaz, por mucho que se aumente la dosis).

Es de primera importancia comprobar que, en efecto, se trata de una infección bacteriana para prescribir un antibiótico.

Actualmente, debido al uso abusivo de antibióticos por parte de la población ha habido un aumento de las resistencias a los antibióticos por parte de las bacterias (ojo, que no de las personas) y cada vez necesitamos nuevos antibióticos para los cuales las bacterias no hayan desarrollado resistencias y así sean eficaces.

Por eso, los antibióticos siempre bajo prescripción médica si queremos seguir disponiendo de este gran tesoro por muchos años más.

Referencias:

Sand, M. Did Alexander Fleming Deserve the Nobel Prize? Sci. Eng. Ethics 2020, 26 (2), 899-919. 

Etebu, E.; Arikekpar, I. Antibiotics: Classification and mechanisms of action with emphasis on molecular perspectives. IJAMBR 2016, 4, 90-101.

Autora: Nerea San José Oliva

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