La ciencia detrás de Shrek

El otro día iba escuchando “I’m a believer” de Smash Mouth en la radio y me vino la peli de SHREK directa al cerebro.

¿¡Cómo!? ¿Que a ti también te pasa? Normal. Es que si no, tendríamos un problema.

El caso es que empecé a recordar a este peculiar personaje grande y verde en su ciénaga y pensé ¿Qué narices le pasaba en la cara? Bueno, qué narices, qué mandíbula, qué manos y qué “todo”, ¿no?

Y es que, aunque nos querían retratar a un ogro (y no te lo iban a pintar chiquitito y mono), Shrek está inspirado en un luchador francés llamado Maurice Tillet.


Maurice Tillet, el ogro del cuadrilátero

Maurice Tillet desarrolló una enfermedad a los 20 años la cual le deformó la cara y tuvo que emigrar a los EEUU por las burlas que ésta le conllevó. Fue allí donde consiguió la fama al posicionarse como uno de los más importantes de la lucha libre profesional de los años 40.

El “Ángel Francés” o “El ogro del cuadrilátero”, cómo se le bautizó dentro del “ring”, murió sin apenas alcanzar los 40 años

Cuentan que le hicieron hasta tres máscaras mortuorias, una de las cuales, aseguran, sirvió a los dueños de la productora DreamWorks como inspiración para crear el rostro de nuestro protagonista de hoy.

Maurice, y con él Shrek, nos acercan a esta fascinante enfermedad: la acromegalia.


Fisiopatología de la acromegalia

Es un trastorno caracterizado por una secreción excesiva e inadecuada de GH (growth hormone, hormona del crecimiento en castellano). 

Antes de continuar, me gustaría recordar (aunque sé que te lo sabes perfectamente) el metabolismo normal de la GH.

La GH es sintetizada y secretada por las células somatotropas de la adenohipófisis o hipófisis anterior y, de manera fisiológica, su secreción es pulsátil (y no contínua) aumentando ésta durante el sueño. Además de este factor, influyen otros como la edad: los picos de GH durante la pubertad son mucho más elevados que los que esperamos encontrar en un adulto o un anciano.

En la acromegalia, decimos que es “inadecuada” porque se pierde el patrón normal de secreción de esta hormona y, entre picos, suele quedarse en valores suprafisiológicos.

¿La causa de este descontrol? Un adenoma hipofisario. Sí, un tumor en el 

(aunque existen otras causas, ésta es la más frecuente).

Y, ¿qué cambios fenotípicos puedo observar? Pues, las personas con acromegalia suelen comenzar con agrandamiento de las partes acras: los anillos se quedan pequeños y aumenta la talla de zapatos. En cuanto a la cara, crece la nariz (y sin mentir también), la mandíbula (que hace que se vayan separando los dientes), la lengua, los labios…

¿A que ya te estás imaginando otra vez a Shrek? ¡Claro!


Consecuencias de la acromegalia

Como te he explicado anteriormente, crecen muchas partes del cuerpo. Lo que no te había dicho es que…

¡También crecen las vísceras! 

Nuestro paciente tendrá visceromegalias (corazón, pulmones, hígado, bazo, riñón, próstata…).

Y con todo esto más los efectos metabólicos de una secreción excesiva de GH, aumentan las comorbilidades.

Entre otras, habrá alteraciones:

  • Cardiovasculares y respiratorias: con hipertensión, disnea, síndrome de apnea del sueño.
  • Digestivas: con pólipos de colon y riesgo de cáncer.
  • Psicosexuales: con disminución de la líbido, disfunción eréctil, depresión.

Por todo ello, nuestro Shrek tendrá un riesgo aumentado de mortalidad con respecto a la población general. La causa más frecuente de ésta suele ser la enfermedad cardiovascular. 


Tratamiento frente a la acromegalia

La solución a este problema radica en la cirugía (si existe un tumor, vamos a extirparlo). Y la vía de elección, la transnasal transesfenoidal.

Perdón, ¿Transesfenoqué?

Acceden al adenoma por la nariz.

Entran en cavidad nasal y buscan la pared anterior del seno esfenoidal y acceden a la hipófisis anterior (donde nace el tumor). Y, una vez localizado, se extirpa.

Así que si alguna vez os encontráis a Shrek, le contáis todo lo que ya sabéis sobre esta enfermedad (que no es poco) y le decís que se busque un médico que le vea eso rapidito.

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